La romería a su paso por Valorio, 1964. Archivo de la cofradía. |
Cuarta parte: La comida en La Hiniesta y el recorrido de
regreso.
Retomamos el relato del ceremonial histórico de nuestra romería tras la
celebración de la Santa Misa ante las imágenes de la Virgen de La Hiniesta y la
Virgen de la Concha.
Las reglas y ordenanzas de
finales del siglo XV Ya recogen que tras el oficio religioso busque cada vno de comer e coma lo mejor que
podier de manera fuelguen e reposen[i]. El
descanso para almorzar ha sido siempre un momento de hermanamiento y
convivencia entre los miembros de la cofradía, un tiempo de esparcimiento en el que reponer
fuerzas para el camino de regreso a la ciudad. Esta costumbre se ha mantenido a
lo largo de los siglos, aunque no sería hasta el siglo XX cuando sería asumida
su organización por parte de la cofradía. Los estatutos de 1938 fijaron entre
las obligaciones del mayordomo[ii]
el pago de la comida que se servía en La Hiniesta:
Art.45. El mayordomo, el año que ejerce su función, tiene obligación de
dar comida en el pueblo de la Hiniesta el día de la festividad a los cuatro
hermanos que le acompañan, al Administrador o a quien sus veces haga, al señor
Cura que preside la procesión, al Sacristán y al monaguillo que lleva la Cruz,
es decir a ocho personas, sin que pueda hacer gastos superfluos o de
ostentación, salvo que quiera dar alguna propina a los de la Cofradía Chica, lo
cual es completamente voluntario[iii].
Comida de la Cofradía Grande en La Hiniesta, 1951. Archivo de la cofradía |
A partir de la década de los 50
se fue aumentando el número de comensales, tal y como atestiguan las
fotografías conservadas en el archivo de la cofradía. En la actualidad la cofradía se encarga
de la organización de la comida en La Hiniesta, aunque son los cofrades quienes
sufragan el gasto del almuerzo al que acuden cerca de trescientas personas.
A primera hora de la tarde tañan las campanas un rrato porque se junte
la gente; e de allí saquen la ymagen y sancto como dicho es[iv].
El regreso de la romería se inicia con la despedida a la Virgen de la Hiniesta, con las preceptivas venias de las andas de Nuestra Señora. A continuación la Virgen de la Concha se dirigen al pórtico del templo, donde
cientos de romeros aguardan el camino de regreso. Los vecinos de La Hiniesta
acompañan a los zamoranos hasta la salida de la localidad, allí se procede al
baile de pendones en señal de despedida. Antes de abandonar La Hiniesta las
andas de la Virgen de la Concha se vuelven hacia el Santuario para que los
vecinos le canten la despedida a la
Patrona de Zamora, iniciando la espera hacia un nuevo Lunes de Pentecostés.
Salida de la iglesia de La Hiniesta, 2013. Archivo de la cofradía. |
Los romeros se dirigen al Teso de
la Salve donde se entona el canto mariano en torno a la Virgen y se coloca un
ramillete de espigas en la mano del Niño Jesús, en alusión a la leyenda. La
comitiva recorre entonces la carretera de La Hiniesta, donde algunos vecinos
abren sus fincas para acoger a los romeros para descansar en el camino. La romería continúa por el valle de Valderrey hasta la ermita de la Santa Cruz,
donde la cofradía realiza la última parada antes de llegar a la ciudad. La estación ante el Cristo de Valderrey,
una de los devociones históricas de la ciudad de Zamora, se recogía ya en el
ceremonial de finales del siglo XV: andar
camino a Sancta Cruz de Valderrey; e allí asienten la imagen en la iglesia[v].
Una vez que Nuestra Señora se encuentra en el interior de la ermita el
capellán, o el sacerdote que asiste al regreso de la procesión, reza el rosario
en honor a la Stma. Virgen. Durante la estancia en la ermita las andas de la Virgen de
la Concha se asientan sobre un túmulo de tomillo y cantueso levantado por los
mayordomos, una costumbre vinculada a las primeras romerías.
Rosario en la ermita de Valderrey, 2012. Archivo de la cofradía. |
La estación en Valderrey sirve
además para que los romeros descansan en la campa antes de afrontar el último
tramo hasta Zamora, tras el rezo del rosario los mayordomos ofrecen un
refrigerio a base de limonada, refrescos y pastas. A la hora de Vísperas, tal y
como recoge el ceremonial histórico, los romeros se reúnen en torno a la ermita
para acompañar la salida de la Virgen de la Concha e iniciar el camino hacia el
bosque de Valorio. Este es uno de los tramos más hermosos de la romería, los
romeros recorren los recodos del camino que transcurre entre los árboles del
bosque mientras va atardeciendo el día. El camino del bosque acerca la romería
a la ciudad, que saldrá a recibir a su patrona hasta el paseo de Valorio.
Próxima entrada:
Lunes 2, la llegada a Zamora y la entrada en San Antolín
Entradas anteriores:
Primera parte: La Misa de romeros y la estación en San Lázaro.
Segunda parte: El camino hacia La Hiniesta
Tercera parte: La llegada a La Hiniesta y la Misa en el santuario.
Segunda parte: El camino hacia La Hiniesta
Tercera parte: La llegada a La Hiniesta y la Misa en el santuario.
[i] S.f [1503 o anterior]. Zamora.
Estatutos de la Cofradía de Nuestra Señora de San
Antolín y de Señor Santiago de Zamora.
Copia notaria de 1 de julio de 1503.
Pergamino, 12 folios.
Archivo de D. Enrique Fernández Prieto, doc. Nº3.
Publicado por M. BOIZAS LÓPEZ: La Virgen de la Concha y
su Cofradía. Apuntes. Zamora. 1943, pp. 33-45.
[ii]
El mayordomo era el presidente nato de la cofradía, a quien correspondía regir
la cofradía. La duración del cargo era anual, tomando posesión tras la Misa de
San Marcos.
[iii] [2 de
mayo de 1938]. Zamora.
Estatutos de la Cofradía de Nuestra Señora de San
Antolín o de la Concha.
Archivo de la Cofradía.
Publicado por M. BOIZAS LÓPEZ: La Virgen de la Concha y
su Cofradía. Apuntes. Zamora. 1943, pp. 95-110.
[iv] S.f [1503 o anterior]. Zamora.
Estatutos de la Cofradía de Nuestra Señora de San
Antolín y de Señor Santiago de Zamora.
Copia notaria de 1 de julio de 1503.
Pergamino, 12 folios.
Archivo de D. Enrique Fernández Prieto, doc. Nº3.
Publicado por M. BOIZAS LÓPEZ: La Virgen de la Concha y
su Cofradía. Apuntes. Zamora. 1943, pp. 33-45.
[v] Ibídem.
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