12 may 2014

La Romería a La Hiniesta: Símbolos y ritos (II)

Romería 2012: La Virgen de la Concha en la Cruz del Rey Don Sancho. Archivo de la Cofradía.
Segunda parte: El camino hacia La Hiniesta

Las últimas líneas del punto 15 de las ordenanzas de 1503, recogidas en el artículo de la semana pasada, nos disponían en camino hacía a La Hiniesta: (…) e vamos nuestra romería para la Yniesta, todos  los confrades e confradas juntos a pie alderrededor de la ymagen (…)[i].

Cumplida la estación en la iglesia de San Lázaro se iniciaba propiamente la romería, abandonando el amparo de la ciudad para recorrer los campos que separaban Zamora de La Hiniesta. La romería del siglo XV discurría por un paisaje muy diferente al actual, sin embargo ya entonces era costumbre que la ciudad se echase a la calle para acompañar a su Patrona, tal y como recoge el Licenciado Alonso del Moño en  1495[ii]  el lunes de pascua que agora pasó se hizo una procesión en la dicha ciudad e que mucha gente acostumbra a facer en cada un año.

La cofradía recorre entonces el camino que llevaba hasta la cruz de piedra[iii] sumándose multitud de romeros que acompañarán a la Virgen en su camino a La Hiniesta. Este tramo de la romería es especialmente emotivo por la implicación de los vecinos de la cuesta de La Morana y la carretera de La Hiniesta. Aunque desde la salida de la Virgen de la Concha de la iglesia de San Antolín los devotos van ofreciendo a la Virgen sus ramos de flores, es durante la subida hasta la Cruz del rey Don Sancho cuando la ofrenda se hace más multitudinaria. Cada pocos metros una familia se acerca a las andas de la Virgen y le ofrece sus flores. Cada ramo se coloca con cuidado a los pies de la Virgen, formando un hermoso trono de múltiples colores que adornará las andas de Nuestra Señora durante toda la romería.

Romería 2013: Una vecina ofrenda un ramo de flores a la
 Virgen de la Concha. Archivo de la Cofradía.
Una vez cubierto el último tramo de la carretera de La Hiniesta la romería se dirige hacia la Cruz del Rey Don Sancho, para cumplir una nueva estación. La parada en la Cruz del Rey Don Sancho también ya era parte del ceremonial a finales del siglo XV, si bien no se hace mención a la memoria del rey. Al llegar a dicha cruz era preceptivo que los hermanos clérigos de la cofradía cantasen el Regina Coeli  antes de continuar el camino. Los estatutos de 1860 ya incluyen el responso por el monarca, aunque serán los redactados en 1938 los que ofrecen una relación más detallada de como realizar el acto:

La marcha por la carretera será un poco más ligera, pero moderada, sin olvidar el carácter de piedad y el recogimiento que debe inspirar todos los momentos de esta procesión. El Clero y los Hermanos irán cantando las Letanías Lauretanas hasta la Cruz del Rey Don Sancho. Al llegar a este lugar la procesión se dirige por la derecha de la carretera, atravesando La Calzada que hay por bajo de la Cruz, hasta colocar la Imagen a la izquierda de ella en el suelo mirando a la Ciudad y rodeada de los Hermanos, mientras el clero y el mayordomo se colocan entre la imagen y la Cruz, entonando un solemne Responso en sufragio del Rey D. Sancho II el Fuerte, que murió en aquel mismo lugar. Después se da a besar el pie del Niño Jesús. [iv]

Besapié al Niño Jesús en la Cruz del Rey Don Sancho
ca. 1950. Archivo de la Cofradía.
Desde entonces apenas ha variado el ceremonial, salvo en pequeños matices. Desde mediados del siglo XX un grupo de vecinas del último tramo de la carretera de La Hiniesta disponen una mesa vestida con un mantel y flores para que descansen las andas de la Virgen de la Concha durante el responso. La parada en la Cruz del Rey Don Sancho finaliza con el besapié al Niño Jesús, en la actualidad es la mayordoma más joven quien sostiene la imagen durante el acto de veneración, mientras la Virgen de la Concha reanuda la marcha camino del Santuario de La Hiniesta.

La retirada del Niño Jesús de la Virgen de la Concha durante los primeros kilómetros de la romería se ha vinculado siempre a la leyenda de su desaparición, según la cual un año que el tiempo impidió que la romería llegase a La Hiniesta el Niño Jesús abandonó las andas de la Virgen y apareció en las inmediaciones del Santuario. Esta entrañable leyenda se relaciona también con la cadena que une las manos de la Virgen y el Niño y que la cultura popular ha interpretado siempre como el remedio que puso la cofradía para evitar que el Niño Jesús volviese a escaparse a buscar espigas.

El Niño Jesús volverá junto a su Madre en las inmediaciones de La Hiniesta. cuando la cofradía realiza una parada para reponer fuerzas antes de alcanzar el Teso de la Salve, allí el Niño vuelve a ocupar su peana junto a la Virgen de la Concha uniéndose ambas imágenes con la cadenita de plata.

Próxima entrada: Lunes 19, la llegada a La Hiniesta y la Misa en el santuario.






[i] S.f   [1503 o anterior]. Zamora.
Estatutos de la Cofradía de Nuestra Señora de San Antolín y de Señor Santiago de Zamora.
Copia notaria de 1 de julio de 1503.
Pergamino, 12 folios.
Archivo de D. Enrique Fernández Prieto, doc. Nº3.
Publicado por M. BOIZAS LÓPEZ: La Virgen de la Concha y su Cofradía. Apuntes. Zamora. 1943, pp. 33-45.

[ii] 1495, junio, 23. Burgos.
Provisión de los Reyes Católicos comisionando a Juan de Cuero para que investigue los incidentes ocasionados a la llegada a Zamora en la romería de Nuestra Señora de San Antolín a La Hiniesta dicho año.
Papel, 3 folios.
AGS.: RGS.: junio de 1495, f. 117.
Publicado por: F. FERRERO FERRERO: VII siglos de Romería a La Hiniesta. Documentos. 1991, pp. 26-30.
[iii] Ordenanzas de 1503.
[iv] Estatutos de la Cofradía de Nuestra Señora de San Antolín o de la Concha, 1938.

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