La Junta General también acordó aceptar la propuesta realizada desde la Delegación de Liturgia de la Diócesis y del Cabildo Catedral en la cual se pedía la presencia de la Virgen de la Concha en la víspera de la celebración del Corpus Christi. La tradición de la cofradía, anterior a la reforma litúrgica del s.XVIII, era que la Virgen de la Concha se trasladaba en solemne procesión desde San Antolín hasta la S.I. Catedral, durante la cual se iban incorporando las diferentes cruces parroquiales e imágenes que participaban en la procesión del día siguiente. Pero tras la reforma litúrgica y la prohibición de la presencia de imágenes en las procesiones sacramentales, y ante la negativa de pedir la exención de la norma que otras ciudades solicitaron (por ejemplo Sevilla), la cofradía modificó la costumbre tal y cómo hoy la conocemos. Así, en el año 2010, el traslado de la Virgen al Ayuntamiento se alargará para asistir a la S.I. Catedral donde se participará en el rezo de Vísperas y Adoración Eucarística, a cuyo término se retornará al Ayuntamiento y donde se realizará la vela de la Virgen, quedando el resto de actos tal y cómo se celebran a día de hoy.
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